top of page

PRINCIPIOS DE  INTERCESION

Consagración como intercesor                    

Espíritu Santo de Dios Me entrego a ti en alma y cuerpo, para que tú me consagres como intercesor en favor de la santa Iglesia y del mundo redimido por Cristo Jesús.

Haz que mi alma se pase enteramente al alma de Jesús, mi Amado. Escondido con él en Dios, quiero orar y trabajar día y noche por el   reino de Dios: por la salvación del mundo y por la santificación de la Iglesia. Enséñame a interceder en tu lenguaje de Dios: el silencio sagrado de contemplación.

Ensancha mi corazón y purifícalo de todo egoísmo, para que en él encuentren cabida todas las personas y todas las intenciones que Jesús lleva en su corazón y la Virgen María en el  suyo.

Haz que mi vida entera, en comunión con Jesús y María y todos los santos, sea una alabanza a Dios, una intercesión incesante en favor de mis hermanos, una eucaristía integrada en la de Jesús. Amén.

A la Virgen Intercesora

Virgen María, me dirijo a ti como madre y reina de los intercesores,

Presenta al Espíritu Santo los que tú vas escogiendo para acompañar más de cerca a tu Hijo Jesús, como intercesores consagrados. Enséñanos a vivir como tú, en la más plena unión con tu Hijo Jesús, para que toda nuestra vida sea una intercesión perpetua. Pide al Espíritu Santo que en cada uno de los intercesores consagrados se realice como una nueva Encarnación del Hijo de Dios: que en cada uno de ellos encuentren cabida todos los que están en su corazón divino; y desde cada uno de ellos el Padre escuche la voz de su Hijo amado, y también la tuya.

Queremos ser intercesores como tú, Madre bendita, de pocas palabras y mucho amor; con una fe sin límites en la bondad de nuestro Dios; con un espíritu desbordante de gratitud.

Amén, Aleluya.

Si estas en Madrid y quieres interceder te esperamos 

los lunes a las 19h30

bottom of page